domingo, 16 de noviembre de 2014

"TRANSEXUALIDAD TRANSGENERO"


¿QUÉ ES LA TRANSEXUALIDAD?

Generalmente, el ser humano no se plantea el problema de saber cual es su identidad de género. No hay disociación entre esta y su género anatómico de nacimiento. Pero en ocasiones sucede que existe un conflicto entre el género al que pertenece el cuerpo y aquel al que pertenece el cerebro. Las personas que han nacido bajo esta circunstancia se llaman transexuales.

 

Transexual es pues la persona que encuentra una seria y profunda disconformidad entre su sexo psicológico y los demás caracteres sexuales. El transexual sabe que su cuerpo pertenece a un género y su cerebro a otro. No esta loco ni es un farsante, es plenamente consciente de su dicotomía. El transexualismo es una realidad, no producto de su imaginación.

 

Todos hemos oído hablar de personas transexuales:

 
April Ashley modelo estadounidense.





Una explicación a éste fenómeno podría comenzar así:
 

“Imagínese que Ud. Se despierta una mañana y se encuentra en el cuerpo del género opuesto”

 

Así se siente un transexual.


Mujer transexual antes y después del tratamiento   
 
 
Los transexuales a veces expresan sus sentimientos de ser diferentes en términos de “vivir una mentira”. Si es que hay un fraude involucrado en el hecho de ser transexual, es el fraude perpetrado por el transexual mismo antes del tratamiento. La persona que completa el tratamiento es en sí el objeto real. El o ella ha dejado atrás una vida de engaño e infelicidad. A pesar de los grandes obstáculos, él o ella ha florecido como la persona que siempre ha sido.
 


        
         

Los transexuales explican haberse sentido del otro género desde siempre. En el estudio de su infancia se distingue que ya de niños tienen una conducta propia del sexo opuesto, aunque ellos todavía no son conscientes de lo que les sucede. Después, ya en la adolescencia pueden tener periodos en los que se esfuerzan por comportarse según su sexo biológico, esforzándose por olvidar su problema. Ante la imposibilidad de mantener esta conducta por demasiado tiempo, esta estrategia termina fracasando irremediablemente.
 
 
 
Estas personas comparan sus sentimientos a algo parecido al ser ubicado en un rol para el cual no están preparados, por ejemplo, el tratar de ser el héroe cuando en realidad están mejor interpretando a la heroína. Sin embargo para ellos es necesario el adaptarse para sobrevivir. Ellos tienen que aprender sus líneas y actuar su parte. Palabras y conductas que están ajenas a su naturaleza les son forzadas en razón a su apariencia física. Eventualmente, como todo actor que mantiene un rol en una actuación de larga trayectoria, ellos aprenden a manejar su papel. Aprenden a recitar las líneas, seguir las direcciones del escenario, y ser hombres o mujeres muy convincentes sin necesidad de tener ni que pensar en ello.
 
El problema está en cuando dejan el escenario, cuando se quedan solos consigo mismos, y saben que ese papel no es el indicado para sí mismos. Ellos saben quienes son en realidad. No desean otra cosa que ser ellos mismos, pero no se pueden quitar los vestuarios y disfraces y llevar una vida normal, ya que los disfraces son en realidad sus propios cuerpos.
 
 
 

El hecho de ser mujer y vivir con cuerpo de hombre, o al contrario, resulta insostenible desde cualquier punto de vista. Para comprender esto basta con ponerse en el lugar de la persona que padece esta circunstancia y ser sinceros con nosotros mismos. Lo actitud generalizada  cuando una persona se halla ante un trastorno importante, es la de poner solución al problema echando mano de los medios disponibles que la ciencia va poniendo a nuestro alcance. Gracias a la investigación estos medios cada vez son más eficaces a lo largo de los siglos.

 

La persona transexual corrige la disociación que sufre su mente con su cuerpo poniendo acorde una con el otro mediante lo que comúnmente se conoce como “cambio de sexo”. El término correcto es Reasignación o Afirmación de sexo, ya que ese proceso no supone un cambio para la persona, sino la reafirmación o afirmación de lo que siempre ha sido. Existe ya una experiencia importante en el seguimiento de casos de transexuales con operación de cambio de sexo. Esta cirugía ha ayudado a un número importante de ellos/as a ser más felices y llevar una vida más productiva. Por ello, se la considera justificada en personas muy motivadas, correctamente diagnosticadas de transexualismo, con un medio social y laboral estable y que han pasado la prueba de vivir desempeñando un rol de sexo opuesto durante un tiempo prudencial, que puede ir desde 1 a 2 años.

 

El Dr. Harry Benjamín ((1885-1986),  fue el primero en proponer un tratamiento hormonal a estos pacientes, y gracias al cual, la personas transexuales pueden hoy día, encontrar una armonía entre su cuerpo y su mente. En homenaje a este médico alemán el transexualismo lleva también el nombre de Síndrome de Harry Benjamín.


Los transexuales se someten a una intensa evaluación y consejería psicológica. Este proceso no es para convencer al sujeto de renunciar a su transexualismo, sino para determinar la viabilidad del drástico e irreversible proceso de reasignación de género. Por ejemplo, si la persona no es realmente un transexual, pero en vez de eso esta sufriendo de un cuadro de homosexualidad egodistónica, los efectos del tratamiento pueden ser devastadores. Un travesti mal aconsejado, quien es normalmente feliz viviendo en el rol de su género físico, pero que tiene la compulsión de funcionar ocasionalmente en el rol del otro género, puede ser muy infeliz por una reasignación de sexo permanente. Por lo tanto, un transexual debe de ser evaluado por un consejero psicológico experimentado para estar seguro de que el transexualismo es el tema real. Una vez que el diagnóstico de transexualismo esta confirmado, es cuando comienza la parte médica del tratamiento.

 

La persona que entra en esta fase del tratamiento es por lo general llamado “transexual pre-operado”. El tratamiento hormonal gradualmente va ayudando al transexual a despojarse de su disfraz, lo que le ayudará a adentrarse en su “rol” y adaptarse a la sociedad en la que ella/el considera ser su lugar correcto. (el género dual utilizado acá es para reconocer la existencia de transexuales tanto de hombre a mujer como de mujer a hombre, y NO para insinuar una identidad género dual por parte de estos individuos). Después de un tiempo que puede ser desde varios meses a varios años, el transexual públicamente acepta su nuevo rol de género. Los servicios de consejería psicológica continúan durante todo el período de terapia hormonal, para ayudar al transexual a des-aprender el rol que ha tenido por tantos años. Hay muchas situaciones traumáticas comprometidas. El transexual necesita no solo aprender el nuevo rol, sino también el aprender que esta bien el estar en él. 

 

La mayoría de los protocolos de reasignación requieren que el individuo viva y se desenvuelva en su nuevo rol por un mínimo de 12 a 18 meses antes que la cirugía de reasignación de género le sea autorizada. Esta fase se denomina “Test de vida real” o RLT (por sus siglas en inglés) Tanto el paciente como el consejero psicológico deben estar convencidos de que la cirugía será de ayuda y no dañina. Es entonces que el terapista primario refiere al paciente a un segundo médico, generalmente un psiquiatra, para otra evaluación para confirmar que la cirugía es apropiada. Solo entonces un cirujano de reputación aceptará al paciente. La cirugía de reasignación de género es un proceso irreversible. Debe realizarse con extrema precaución. La profesión médica americana ha adoptado una posición conservadora en lo que es tratar al transexualismo con terapia hormonal y cirugía de reasignación de género. Sin una evaluación psicológica y psiquiátrica competente, ningún médico o psiquiatra competente y con ética prescribiría terapia hormonal. Sin ambas mencionadas evaluaciones, ningún médico de prestigio realizaría la cirugía de reasignación de género. Estos rigurosos requerimientos están orientados a asegurar que aquellos individuos que cambian su sexo no lo hagan por inestabilidad mental, sino que esta persona haya demostrado totalmente su estabilidad mental en el rol de género que psicológicamente le corresponde. 

 
Si la decisión de reasignarse de sexo es consistente, debería ser respetada. El transexual, como es lógico,  busca métodos con los que  mejorar su vida y solucionar en medida de lo posible la cantidad de problemas que le ocasiona este conflicto. La reasignación de sexo permite a los pacientes ser ellos mismos viviendo en el rol de género que se corresponde con su identidad sexual.
 
Cuando uno conoce a un transexual, está conociendo a la persona que sabe como amar, sabe como valorarse a sí misma y como resultado, sabe como amar y valorar a otros. ¿Cuántas personas “normales” pueden demostrar esta distinción? 
 
  • ¿LA TRANSEXUALIDAD ES UN TRASTORNO PSICOLOGICO? 

La opinión de la psiquiatría oficial es que se trata de un trastorno, un síndrome profundo que causa gran malestar, e intentan buscar las causas en determinados desarreglos de hormonación durante el embarazo o en alteraciones de la conducta durante la infancia. 

La transexualidad es una condición ampliamente reconocida en tratados internacionales relacionados con la salud como el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-IV) y Internacional Clasification of Diseases (ICD-10), avalado por la OMS (Organización Mundial de la salud), éste último.

El diagnóstico de transexualismo fue introducido en el DSM-III en 1980 para personas con disforia de género que demostraban al menos dos años de interés continuo en transformar el sexo de su cuerpo y su estatus de género social.

En 1994, el comité del DSM-IV cambió el diagnóstico de transexualismo por el de trastorno de identidad de género. Dependiendo de su edad, a aquellos con identificación transgénerica fuerte y persistente, e incomodidad persistente con su sexo o sensación de ser inadecuados en su rol de género de dicho sexo, se les diagnóstico que sufrían de un Trastorno de Identidad de Género de la Niñez, la Adolescencia o la Etapa Adulta.

Para aquellos/as que no cumplían con los criterios anteriores, se determinó que era correcto usar el término Trastorno de Identidad de Género no Especificado de Otra Manera. En esta categoría estaban aquellos individuos que deseaban únicamente la castración o la penectomía, sin un deseo de desarrollar mamas, quienes deseaban terapia hormonal y mastectomía sin reconstrucción genital, aquellos/as con afección intersexual congénita, aquellos/as con transvestimenta transitoria y relacionada con el estrés, y aquellos/as con ambivalencia considerable acerca de ceder su estatus de género. Los/as pacientes que se diagnosticaban de esta forma, deberían subclasificarse de acuerdo con su orientación sexual: atraídos/as hacia los hombres, atraídos/as hacia las mujeres, atraídos/as hacia ambos, o que no sentían atracción por ninguno de ellos.

En el ICD-10, se encuentran especificados cinco diagnósticos para los trastornos de identidad de género:

- El transexualismo, el cual tiene tres criterios:
• El deseo de vivir y ser aceptado como miembro del sexo opuesto, generalmente acompañado por el deseo de que el propio cuerpo sea tan congruente como sea posible con el sexo preferido a través de intervención quirúrgica y tratamiento hormonal.
• Que la identidad transexual haya estado presente de manera persistente cuando menos durante dos años.
• Que el trastorno no sea un síntoma de algún otro trastorno mental o anormalidad cromosómica.

- El transvestismo de rol dual, que tiene tres criterios:
• Que el individuo use ropa del sexo opuesto para experimentar la membresía temporal en el sexo opuesto.
• Que no haya motivación sexual para el uso de transvestimenta.
• Que el individuo no tenga deseo de cambiar permanentemente al sexo opuesto.

- El trastorno de identidad de género de la niñez, el cual tiene criterios para niños y niñas:
• Para niñas:
o La niña muestra sufrimiento persistente e intenso acerca de ser de sexo femenino y ha formulado el deseo de ser varón (no solo el deseo de recibir cualquiera de las ventajas culturales percibidas de ser un varón) o insiste en que ella es un varón.
o Debe de estar presente cualquiera de los siguientes:
.. Aversión marcada y persistente hacia las ropas femeninas normativas e insistencia en usar ropas masculinas estereotípicas.
.. Repudio persistente de las estructuras anatómicas femeninas, evidenciado por lo menos por alguno de los siguientes: Afirmación de que ella tiene un pene o que le crecerá; rechazo a la micción en posición sentada y/o afirmación de que ella no desea que le crezcan las mamas o tener la menstruación.
o Que la niña aún no haya llegado a la pubertad.
o El trastorno debe haber estado presente por lo menos durante seis meses.

• Para niños:
o El niño muestra sufrimiento persistente e intenso acerca de ser niño, tiene deseo de ser de sexo femenino, o con frecuencia mucho menor, insiste en que él es una niña.
o Debe de estar presente cualquiera de los siguientes factores:
.. Preocupación por las actividades femeninas estereotípicas, demostrada por una preferencia, ya sea por uso de transvestimenta, o simulación de los atuendos femeninos, o por un intenso deseo de participar en los juegos y actividades de las niñas y un rechazo de los juguetes masculinos, juegos y actividades estereotípicas.
.. Repudio persistente de las estructuras anatómicas masculinas, evidenciado por lo menos por alguna de las siguientes afirmaciones repetidas: Que al crecer se transformará en mujer; que su pene o testículos son desagradables o desaparecerán y/o que sería mejor no tener pene o testículos.
o Que el niño no haya llegado a la pubertad.
o El trastorno debe haber estado presente por lo menos durante seis meses.

- Otros trastornos de identidad de género, el cual no tiene criterios específicos.
- El trastorno de identidad de género inespecífico, que no tiene criterios específicos. Cualquiera de los dos diagnósticos previos podría usarse en aquellas personas con afección intersexual.

Para calificar como trastorno mental un patrón de comportamiento, éste debe dar lugar a una desventaja de adaptación significativa para la persona y provocar sufrimiento mental. El DSM-IV y el ICD-10 han definido cientos de trastornos mentales que varían en su inicio, duración, patogénesis, discapacidad funcional y susceptibilidad de ser tratados. La designación de los trastornos de identidad de género como trastornos mentales, no constituye una licencia para la estigmatización o para la privación de los derechos fundamentales de estos/as pacientes. El uso de un diagnóstico formal a menudo es importante para ofrecer alivio, suministrar cobertura de seguros para la salud y orientar la investigación con el fin de lograr tratamientos más eficaces en un futuro.



¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA TRANSEXUALIDAD?

El sexo del feto está establecido por qué se juntan dos cromosomas, uno del padre y otro de la madre en el momento de la fecundación. XX para mujeres y XY para hombres. Sin embargo, no es sino hasta más adelante que las diferencias físicas basadas en el género cromosómico del feto se desarrollan. Estas diferencias son estimuladas por una conjunción de hormonas (una de ellas son los andrógenos). Al mismo tiempo, la identidad de género del feto (el género del cerebro) comienza su desarrollo.

Hay diferentes teorías que hablan sobre las posibles causas de la transexualidad, una de ellas habla de que el origen del transexualismo estaría en que el momento del influjo hormonal sería inadecuado o que la mezcla de hormonas es defectuosa, y entonces habría una disparidad entre el género físico y el género mental, es decir, habría un error en la impregnación prenatal hormonal hipotalámica (androgenización o no androgenización hipotalámica) en el desarrollo intrauterino. Otras teorías hablan de un aprendizaje o internalización errónea de la conciencia masculina o femenina (fallo de la identidad de género). Es probable que, en distinto grado, cada uno de estos factores estén presentes en el origen de la transexualidad, aunque la hipótesis biológica tenga mayor resonancia actualmente.

Si profundizamos en la primera hipótesis nos encontramos con que el hipotálamo tiene funciones primordiales en el conjunto de la respuesta sexual, es la estructura más especializada en lo que se refiere a la conducta sexual. Junto con el sistema límbico y el bulbo olfatorio forman un importante paleocircuito de funciones sexuales.

La intervención de dicho circuito en la conducta dimórfica y en las preferencias eróticas es indiscutible. Son centros de verdaderos “acoplamientos”, siendo el núcleo preóptico el encargado del comportamiento masculino y el ventromedial del femenino. Este conjunto se diferenciaría en un período crítico prenatal (del cuarto al séptimo mes).

Neumann en 1970 y Dörner en 1976 hablan de que un bloqueo de la androgenización preóptica o una anormal androgenización ventromedial femenina sería la causa del transexualismo o como mínimo una condición específica que desencadenaría la cadena de eventos que comportan el inicio de las cogniciones y conductas transexuales.

Por todo lo anterior, se describe a la transexualidad como un defecto de nacimiento. Pero, para el/la transexual que trata de ganarse la aceptación de los demás, dicho defecto de nacimiento no tiene efectos visibles. El transexual parece ser un hombre o una mujer perfectamente normal, con características sexuales primarias y secundarias normales.

A diferencia de las características faciales que distingue al Síndrome de Down, o la falta de control muscular causado por la parálisis cerebral, el transexualismo no puede ser detectado visualmente o bajo otros medios.

Debido a que los demás no pueden ver nada aparentemente erróneo, llegan a la conclusión de que el transexualismo no es un defecto físico, sino más bien un problema mental-emocional. Es una creencia común a la vez que errónea que el/la transexual con un poco de auto-disciplina puede actuar normalmente y aceptar su lugar en la vida.



¿CÓMO SE SIENTEN LOS/AS TRANSEXUALES?

Fundamentalmente se sienten fuera de lugar, frecuentemente expresan sensaciones y sentimientos de estar realizando un rol (papel) para el que no están preparados/as, por ejemplo, al tratar de ser héroes cuando lo que quieren es ser heroínas, o al revés. Pero tienen que adaptarse para sobrevivir, tienen que aprender sus líneas y actuar en coherencia con su cuerpo, no con su mente. Con el tiempo, aprenden a actuar de esa forma, y llegan a ser hombres o mujeres muy convincentes sin necesidad de tener ni que pensar en ello. El problema está cuando se quedan solos/as consigo mismos/as y saben que realmente no son ni las mujeres ni los hombres que aparentan ser. Ellos/as no desean otra cosa que ser ellos/as mismos/as, pero no se pueden quitar los disfraces y llevar una vida normal, porque los disfraces son en realidad sus propios cuerpos.



¿CÓMO SON LAS RELACIONES PERSONALES DE LOS/AS TRANSEXUALES?

Los/as transexuales, debido a su extensa experiencia en actuar “normalmente”, mucha gente encuentra difícil el creer que la persona que ellos/as han conocido por tanto tiempo como miembro de un género (masculino o femenino), es en realidad miembro del otro. En casi cada caso, el descubrimiento de esta condición y los cambios físicos que acompañan a la operación de cambio de sexo, vienen como una sorpresa para todos/as. La reacción común entre familiares y amigos/as es de desconcierto, y pueden sentir que han sido engañados/as, e incluso pueden llegar al rechazo hacia la persona transexual.

Aunque la mayoría de los/as transexuales saben que son diferentes a una edad temprana, sienten una intensa presión para adecuarse al rol que la sociedad dicta como adecuado para hombres y mujeres. Como resultado, el/la transexual, a veces niega que es realmente diferente. Este proceso de negación y adaptación frecuentemente involucra la formación de amistades y de relaciones personales en general.

El asumir por parte del/la transexual su identidad de género (género mental) y el inicio en el proceso de tratamiento (operación de cambio de sexo) marca un punto y aparte en las relaciones personales. Al principio, familiares, amigos y parejas tratan de que el/la transexual sea “curado/a” a través de terapia psicológica debido a que ellos/as no están dispuestos/as a aceptar el resultado inevitable (cambio de sexo), pero cuando se dan cuenta de que esta cura no es válida, entonces la relación entra en una fase de mucha presión. Cuando la relación se basa en otras características aparte del género, está puede continuar con los obvios cambios. Por ejemplo, un buen hijo puede ser igual de bueno como hija, un compañero de trabajo mujer puede ser tan competente como hombre. Pero la realidad es que muchas de estas relaciones desaparecen, algunas de forma amable pero triste y otras se disuelven con recriminaciones.

Pero, ¿qué pasa con las relaciones que están basadas en el género, es decir, las parejas?. Muchos cirujanos que trabajan en este ámbito, sugieren que el/la transexual esté separado/a o divorciado/a antes de someterse a la operación de cambio de sexo. En muy pocos casos, parejas que son también amigos/as pueden mantenerse juntos en una relación platónica.

Una vez que un/a transexual se ha operado y su cuerpo es coherente con su género mental, ¿qué pasa con las relaciones personales?, pues la mayoría de los/as transexuales post-operados no encuentran necesario el informar a nuevas amistades y parejas que ellos/as antes eran del otro género. Esto es fácil de hacer cuando el/la transexual ha roto definitivamente con su pasado, pero algunos/as transexuales, después de la operación, vuelven a sus vidas en el mismo punto donde las dejaron antes del cambio, conservan el mismo apellido, trabajan en el mismo sitio, mantienen los mismos amigos/as, etc..

Las relaciones sexuales pueden ser problemáticas, incluso para el más abierto/a de los/as transexuales. Por ejemplo, el saber que esa mujer antes era un hombre puede amenazar seriamente una relación heterosexual. Pero no todos/as los/as transexuales quieren tener una relación heterosexual después de la cirugía. No es raro que un/a transexual se declare lesbiana o gay. Este tipo de relaciones también pueden ser muy difíciles, ya que algunas lesbianas y gays tienen profundos prejuicios contra los/as transexuales, al igual que los tienen muchos heterosexuales. Por último, nos podemos encontrar con transexuales que no son sexualmente activos para nada.

Toda esta gama de orientación sexual es debido a que orientación e identidad sexual son dos cosas diferentes. Mientras que la identidad se expresa frecuentemente a través del género, la sexualidad no está determinada por ello.



¿QUÉ TIPO DE SOLUCIÓN PUEDE TENER EL PROBLEMA DE LA TRANSEXUALIDAD?

A lo largo de la historia de la transexualidad se han planteado dos posibles soluciones; la primera fue la expuesta por psiquiatras y psicólogos que intentaron orientar a estas personas para que aceptaran su cuerpo físico. Dicha solución ha resultado ser insatisfactoria porque no hay ni un solo caso que haya respondido positivamente a este tipo de solución. Tanto la psiquiatría como el psicoanálisis, la psicología y la psicoterapia han demostrado ser impotentes para cambiar la inclinación mental y adecuarla a los atributos físicos.

En 1950 aparece la segunda solución, de la mano del psiquiatra y endocrinólogo, el Dr. Harry Benjamín, quien decidió aplicar sus dos especialidades al tratamiento de la transexualidad. Si la mente no puede ser cambiada para adaptarse al cuerpo, pensó él, entonces habrá que cambiar al cuerpo para que se adapte a la mente. Así fue como nació la operación de cambio de sexo.

Ya hemos visto que la primera solución no resulta ser muy eficaz para solucionar este problema, pero ¿la operación si es una solución satisfactoria?. Lo que nos tenemos que plantear para poder contestar a esta pregunta es lo siguiente: La cuestión es si estas personas que están atrapadas en un género físico que difiere de su género psíquico deberían ser operadas para que estos dos géneros coincidan. Posteriormente, y si la respuesta es positiva, debemos analizar que tipo de inconvenientes se pueden presentar en estas operaciones, no solo física y psíquicamente, sino también socialmente, y cuales serían las consecuencias de dicha operación en la vida de estas personas. Por último, debemos observar como la realización de este tipo de operaciones produce una serie de inconvenientes en el ejercicio de determinados derechos como el de contraer matrimonio, el de adoptar, e incluso el problema de identidad en los documentos legales.

A pesar de todo lo anterior, hay que tener en cuenta que la mayoría de los y las transexuales no se someten a la intervención de cambio de sexo, bien porque tienen miedo, o porque resulta muy caro (en la mayoría de los casos no lo cubre la seguridad social) o, simplemente, porque no quieren. En este último caso estaríamos hablando de los/as llamados/as transgeneristas, son personas con disforia de género pero que no sienten la necesidad de cambiar sus genitales, pero si cambian otras características como el vello, la voz, la vestimenta, los pechos, etc..

Una vez que un/a transexual decide pasar por este tipo de operación, debe de ir salvando diferentes etapas que son las siguientes:

- Una primera de estudio psicológico para poder establecer con claridad que la persona en cuestión es transexual y no otra cosa (hay que diferencia la transexualidad de los trastornos de personalidad, de los estados intersexuales, de la homosexualidad no aceptada, etc.…). Dentro de esta etapa estaría lo que se denomina “Experiencia de la vida real en el rol que se desea” (lo describiré con más detalle en un apartado posterior).
- Una segunda de hormonación, donde se les administran a los/as pacientes estrógenos o andrógenos, que hacen que en el hombre que cambia a mujer aparezcan los pechos y se produzcan otros cambios menores; y en la mujer que cambia a hombre aparece la barba, el vello y cambia la voz.
- Una tercera y última etapa de intervención quirúrgica que puede ser más o menos completa, y de la que hablare con más detalle más adelante.

Lo anterior es lo que se llama Terapia Triádica que se puede realizar de las siguientes formas en relación con el orden de realización:

- Hormonas; experiencia de la vida real; intervención quirúrgica.
- Experiencia de la vida real; hormonas; intervención quirúrgica.
- Algunas mujeres biológicas prefieren que sea: cirugía de mamas; experiencia de la vida real.

Los/as clínicos cada vez tienen más claro que no todas las personas transexuales desean o necesitan los tres elementos de la terapia triádica. 

Referencias:

http://ai.eecs.umich.edu/people/conway/TS/ES/TSES.html

http://www.uacm.edu.mx/uacm/Portals/3/4%20Documentos/III%20ENCUENTRO%20DE%20ESCRITOR@S%20SOBRE%20DISIDENCIA%20SEXUAL%20E%20IDENTIDADES%20SEXUALES%20Y%20GEN%C3%89RICAS/Disidencia%20Sexual,%20Legislaci%C3%B3n%20y%20Pol%C3%ADticas%20P%C3%BAblicas/agnes-torres.pdf

CASOS DE DEPORTISTAS TRANSEXUALES:

Deportistas transexuales, Johnny Saelua, Renée Richards, Kienyke
Algunos atletas que han decidido darle un cambio radical a sus vidas. Unos culpan al dopaje, otros no sabían que eran en realidad hombres. En KienyKe.com les contamos algunos casos de deportistas transexuales.
Renée Richards
Renee Richards, Kienyke
Esta estadounidense desde muy joven era destacada en el mundo del tenis. Sin embargo en su niñez era conocida como Richard Raskind. Como hombre alcanzó a ser de los 10 mejores jugadores juniors de la costa Este entre la década de los 40.  Incluso hizo parte de la Armada de los Estados Unidos, donde alcanzó el cargo de Teniente. En 1960 tomó la decisión de realizarse la cirugía de cambio de sexo y viajó a Marruecos para el procedimiento.  No obstante, se arrepintió y regresó a su país natal. A su regresó se casó con una mujer, Bárbara, con la que tuvo un hijo en 1970. Finalmente en 1970 comenzó el procedimiento para el cambió que fue completado en 1975. Su mejor resultado en un Grand Slam fue en 1979 cuando alcanzó las semifinales en dobles mixtos.
Andreas Krieger
Heidi Krieger, Kienyke
El 20 de julio de 1966, Andreas, nació como Heidi. Ella hizo parte de varias delegaciones de Alemania Oriental como lanzadora de bala. Esta deportista acusó a Manfred Ewald, Presidente del Comité Olímpico de Alemania Oriental, de haber obligado a los deportistas a doparse con esteroides anabólicos. Según ella eso fue el causante de su transexualidad. Ahora está casado con Ute Krause, nadadora que también hizo parte de Alemania Oriental. Su mejor resultado deportivo fie en 1986 cuando se quedó con el oro en el Campeonato Europeo de Atletismo.
Natalia Parés Vives
Natalia Pares Vives, Kienyke
Nació el 31 de agosto de 1955 y tiene el título de Maestro FIDE. Este es un reconocimiento que concede la Federación Internacional de Ajedrez, tras obtener una puntuación de 2300 en el Rating Fide, una especie de ranking del deporte ciencia. Hasta 1998 la española era conocida como Josep. Ese año decidió convertirse en mujer.
Johnny Saelua
Johnny Saelua, Kienyke
Johny pasará a la historia como el primer transexual que ha jugado las eliminatorias a un mundial de fútbol. Es defensor central de la Selección Nacional de Samoa. Su debut fue en un juego para el Mundial de Alemania 2006. Cuatro años más tarde el técnico Thomas Rongen, le volvió a convocar para los juegos de clasificación a Sudáfrica 2010. En la FIFA existen regulaciones para que mujeres no jueguen junto con hombres, pero no se habla nada de los transexuales.
Erik Schinegger
Erik Schinegger, Kienyke
Este esquiador austriaco nació el 19 de junio de 1948. En 1966 fue campeona mundial de esquí alpino y era conocida como Erika Schinegger. Al año siguiente del título mundial, el Comité Olímpico Internacional, le realizó una prueba que comprobó que era bológicanmente un hombre y fue descalificada de los Juegos Olímpicos de Invierno Grenoble 1968. En ese momento la austriaca decidió vivir su vida como un varón. Ahora esta casado y tiene una hija.



domingo, 19 de octubre de 2014

TRAFICO DE ORGANOS

TRÁFICO DE ÓRGANOS



En esta sociedad en la que todo se compra y se vende, se llega al extremo de considerar a la propia persona como mercancía. Los transplantes de órganos constituyen una nueva esperanza de vida para cientos de miles de personas enfermas... y un lucrativo negocio para unos pocos.
 El tráfico ilegal de órganos existe, lo mismo que el tráfico de drogas, y con frecuencia está organizado por las mismas personas. Este tráfico es tan monstruoso o más que el resto de los negocios que realizan las organizaciones criminales. En muchas ocasiones se basa en la condena a muerte de personas vivas para extraer de ellas los órganos que luego se venden con grandes beneficios.

El tráfico de órganos sigue pasos similares al de la trata de blancas o la venta de niños en adopción. Amparándose en poderes políticos y económicos, estos traficantes de personas actúan con total libertad e impunidad. Éstos son grupos organizados que consiguen órganos para enfermos pudientes. Estos órganos se convierten en una mercancía que procede de seres humanos dispuestos a vender sus riñones o de raptos de adultos y de menores que luego hacen desaparecer.
En realidad, la compraventa de parte del cuerpo humano a cambio de dinero u otra forma de pago más sutil, tan sólo plantea unas diferencias de matiz -que no de fondo- con lacras seculares de la humanidad como la esclavitud, la explotación laboral o la explotación sexual en cualquiera de sus formas. Es más sofisticado, sin duda, pero en el fondo tienen una base común: Quien tiene poder o dinero puede acabar obteniendo de los que no lo tienen hasta lo más íntimo para su provecho, su placer o para asegurar su salud. Como ocurre con la droga o con el turismo sexual, hay pobres que venden fundamentalmente porque hay gente rica que compra. No es ajeno a este panorama el hecho, no por más repetido menos dramático, de que el 20% de la humanidad disponga del 80% de los recursos del planeta, y viceversa. La dialéctica Norte-Sur condiciona inexorablemente todos los aspectos de la vida cotidiana en el mundo, y éste de los trasplantes no podía ser menos.


Bajo el nombre genérico de tráfico de órganos se agrupan una serie de hechos, perfectamente demostrados y ampliamente extendidos por casi todo el mundo, como la compraventa de riñones -y en un futuro cercano de fragmentos de hígado y de pulmón- o situaciones aberrantes e igualmente probadas como la utilización de órganos de las personas ejecutadas en China. Las ejecuciones de los condenados a muerte abastecen en muchas ocasiones la demanda de trasplantes. Mafia, policía y tribunales se ponen muchas veces de acuerdo para que coincidan las ejecuciones con las operaciones previstas.
Muchos de los órganos se subastan por Internet. Se venden pulmones, riñones y córneas junto con lo último en tecnología. No hay más que escribir las palabras mágicas: kidney for sale -riñón a la venta- en algún buscador para recibir numerosas ofertas. La principal sospecha reside en que algunos de esos órganos son vitales y sólo pueden ser extraídos de una persona clínicamente muerta. La oferta de partes del cuerpo sobre cuya disposición es imposible hacer previsiones -los hospitales no pueden saber cuándo llegará un donante- ha reforzado el convencimiento de que en realidad se están utilizando los órganos de personas raptadas o que venden sus propios órganos o bien que se trata de reclusos condenados a muerte.
La demanda de órganos es mucho más alta que la oferta legal, a pesar de que las donaciones van aumentando. Además, el principio lógico de toda donación, la solidaridad, empieza a cambiarse por la mezquindad: las personas donan órganos a cambio de dinero. Muchos se enriquecen con los órganos humanos extraídos a los más pobres y desesperados, sobre todo míseros niños sin nombre a los que luego se liquida, incluso antes de que despierten de la anestesia. Los niños de la calle son la reserva de la mafia de órganos humanos. Son muchos los niños que desaparecen de repente, sobre todo los discapacitados. Basta con un bocadillo para que gente sin escrúpulos logre la confianza de un niño discapacitado. Muy pronto éste se encuentra entre falsos padres adoptivos, con pasaporte falso y camino de otros países.
Por ejemplo, en Nicaragua desaparecen cada año 400 niños: la verdadera razón oficialmente se desconoce, pero las organizaciones sociales internacionales que velan por la infancia sospechan de estos mercaderes de la muerte.
 En Brasil, por ejemplo, se encuentran cada día de media dos cadáveres de niños con los órganos extraídos. En ocasiones, los niños son secuestrados y aparecen posteriormente vivos pero sin algún órgano, con cicatrices indicativas de operaciones de extracción, ciegos por la extirpación de las córneas...y con una remuneración en sus bolsillos cercana a los 10 dólares. Muchas veces son los propios niños los que acceden a ser objeto de estas atrocidades debido a su mala situación social, a su carestía de alimentos y a su paupérrima economía.
Investigar estos casos es complejo, porque no hay denuncias específicas de sus familiares, puesto que generalmente se trata de familias muy pobres que desconocen la justicia, y porque se requiere peritajes médicos costosos que no siempre se llevan a cabo con profesionalidad.

 Resulta extremadamente complicado descubrir estas redes mafiosas. Un órgano vital sólo puede estar fuera del cuerpo de una persona durante 6 horas. Desde que se localiza a una persona afectada, se define la causa del suceso y la policía comienza su investigación, el órgano ha sido transplantado y su nuevo usuario puede encontrarse en el otro extremo del mundo.

Se han detenido a muy pocos implicados en estas tramas, pero es obvio que en sus filas hay policías y ex-policías capaces de parar cualquier investigación, traficantes de drogas con oscuros contactos y médicos que pueden realizar complicadas operaciones de cirugía en sólo unas horas a cambio de pingües beneficios.

EUGENECIA

EUGENESIA

La eugenesia como ciencia es la rama de la manipulación genética que estudia el mejoramiento de la especie humana. Busca mejorar las cualidades indeseables de la raza humana. Éste propósito ha sido buscado desde hace mucho tiempo y todavía no ha se podido realizar debido a que aún no se conoce la totalidad de los genes humanos. Por ejemplo Platón escribió un libro llamado “República” donde habla sobre esto.
Existen dos tipos de eugenesia, la positiva y la negativa. La eugenesia negativa es aquella que pretende mejorar la raza humana esterilizando y recluyendo a los seres defectuosos. La eugenesia positiva se basa en la identificación de buenos genes y por ende el mejoramiento de la especie animando a aquellas personas que se creía eran poseedores de dichas características para que se reprodujesen.
El movimiento eugenésico busca la prevención de enfermedades congénitas, mediante el examen genético del feto y la consejera genética. Tiene la idea de manipular genéticamente al feto para que se desarrolle con características deseables cuyos genes provengan de distintos padres con características excepcionales y se le extraerían los genes defectuosos y los genes que producen características no deseadas.
POSICIÓN A FAVOR DE LA EUGENESIA
Una de las ventajas sería mejorar la calidad de vida de algunas personas. Por ejemplo si se determina que un feto tendrá síndrome de Down, se manipularían sus genes para evitarlo. Muchas personas que son marginadas por estas fallas genéticas tendrían la oportunidad de vivir como una persona normal sin discriminaciones, se integrarían completamente a la sociedad.
Por razones éticas, si uno tiene la posibilidad de sanar o ayudar a alguien, es un deber hacerlo. De otro modo, sería como al ver a una persona que se ha caído al suelo y pasar por el lado indiferentemente, cosa que no sería moralmente correcta.
Gracias a la eugenesia se podrían suprimir algunas enfermedades genéticas existentes en el mundo. Muchas de ellas producen sufrimiento físico, el cual se evitaría.
La vida es valiosa por lo que hay que tratar de cuidarla todo lo posible y con muchas fallas genéticas se produce la muerte. Con la eugenesia se alargaría el periodo de vida de esas personas, podría compartir aún más tiempo con sus seres queridos y en óptimas condiciones.
Traería mayor progreso ya que se podría hacer a las personas más inteligentes y tendríanmás tiempo para crear tecnología útil para la humanidad. Se podría crear un mundo perfecto en el cual la gente no sufriera y fuera feliz con lo que le toca vivir. Se podría adecuar a la gente para que le gustara todo lo que le rodea. Se podría hacer que todo calzara. Se podrían crear individuos habituados para ciertos trabajos desde que aún son fetos para que más adelante lo realizaran felices.
POSICIÓN EN CONTRA DE LA EUGENESIA
Primero que nada cabe señalar que al alargar el periodo de vida de las personas, la cantidad de gente que puebla el planeta incrementaría notablemente. Con esto, se irían agotando los recursos naturales existentes como el agua, los animales, las plantas, el aire ( al agotarse los vegetales ), se contaminaría el medio ambiente por el aumento de bazofia. No nos podríamos movilizar ya que los caminos estarían completamente saturados. Habría que buscar otro planeta ya que a la larga no habría espacio para convivir aquí. Quien sabe si la ciencia y tecnología habrán avanzado lo suficiente como para poder habitar otro planeta, en ese caso terminaríamos con la destrucción del mundo y del ser humano.
Al manipular tanto al ser humano se iría perdiendo la originalidad y la esencia de cada uno de ellos. Como se trataría de crear personas con características optimas, disminuiría la variedad. Todos perderíamos algo de libertad, nos veríamos obligados a ser de una manera determinada ya que al ser fetos nos manipularían los genes sin preguntarnos y si no lo hicieran seríamos más que discriminados, nos transformaríamos en seres casi inexistentes para una sociedad demasiado avanzada.
Al eliminar a las personas con defectos uno perdería algo de sensibilidad y sentido de la realidad y de lo valiosa que es la vida. Uno no valoraría las cosas que tiene ya que todos tendrían cosas semejantes. Todo perdería un poco el sentido. La felicidad sería un estado continuo por lo tanto no se darían cuenta que están así y no la sentirían como felicidad, sino como un estado natural, común y corriente.
VALORES EN JUEGO
El valor de la vida se pone en juego en ambas posturas. En la postura a favor se defiende la vida de los individuos debido a que algunas enfermedades genéticas causan la muerte y por medio de la eugenesia se podría evitar. Por otro lado si sobreviven tantas personas llegamos a una sobre-población del planeta y así a su destrucción acabando con todos los seres vivientes.
Otro valor que se pone en peligro es el de la libertad. Al feto se le manipulan los genes sin preguntarle nada, sólo porque los adultos creen que es mejor. Desde otro punto de vista, se le quitaría libertad al no manipularlo genética mente ya que se le priva de posibilidades que podrían beneficiarlo y abrirle más puertas dentro de la sociedad.
Negarle la posibilidad a alguien de efectuarle un tratamiento y atenuarle sus limitaciones, sabiendo como hacerlo, es falta de solidaridad hacía la persona afectada y sus familiares. Mas si manipulamos a todas las personas que lo necesitan, estaríamos siendo poco solidarios con el mundo entero porque a la larga sería éste el que no podría salir adelante por la sobre-población y sobreexplotación de sus recursos.
MI OPINIÓN
Yo estoy en contra de la eugenesia. Pese a que su fin es mejorar la especie humana,  creeo que la genética no es el medio adecuado. Lo que le falta a los hombres para vivir en una sociedad mejor es simplemente amor y ganas de vivir, no resignarse a un ambiente y modo de vida determinado, sino que querer surgir con los dones y cualidades propios de cada uno. Sería un caos si todos tuviéramos las mismas capacidades, no se valoraría el esfuerzo de cada individuo por lograr una meta.
Para mejorar el mundo no es necesario crear a gente con cualidades extraordinarias, sino que empezar por cosas pequeñas como educar a la gente, crear trabajos dignos y un ambiente favorable para su desarrollo.
También es necesario considerar que los seres humanos todavía no están preparados para tener tanto poder en sus manos como para controlar la naturaleza. Esto tendría consecuencias funestas ya que ya hemos dañado nuestro medio ambiente y con el progreso terminaríamos destruyéndolo completamente. Aquí tenemos una pregunta clave: ¿Que es más importante, mejorar la calidad de vida de algunas personas o destruir el mundo?
Con la eugenesia se pierde la libertad debido a que el feto es una persona que no puede decidir acerca de como están cambiando su vida. No le queda otra cosa que aceptar las consecuencias que dicha acción tuvo sobre su vida.

LA EUTANACIA


LA EUTANACIA


 Terminología

 ¿Qué es la eutanasia?


Etimología: eu thánatos (bien muerte, buena muerte, morir bien).

La eutanasia tiene un significado más específico, que es procurar la muerte sin dolor a aquellos que sufren. Este significado es muy amplio y aquí entrarían desde el asesinato al niño que nace disminuído hasta la colaboración en el suicidio de alguien que sufre; desde la eliminación del anciano hasta la abstención del tratamiento para no alargar una agonía sin esperanza. Cada uno de estos casos recibiría un juicio ético distinto.

Hoy entendemos técnicamente por eutanasia el llamadohomicidio por compasión, es decir, causar la muerte de otro por piedad ante su sufrimiento o por atender a sus deseos de morir por la causa que fuere.

Esta definición es bastante clara, pero cuando uno escucha debates o lee los periódicos, ve que hay una confusión de ideas bastante grande. El problema del correcto uso del término es muy importante pues a veces se consideran eutanasia cosas que no tienen nada que ver con ella o se meten bajo este nombre casos de simple suicidio. Otros hablan de muerte dulce o muerte digna para ocultar la tremenda realidad del hecho central de la eutanasia: un ser humano da muerte a otro consciente y libremente, independientemente de las razones que lo motiven a hacerlo.

Podemos enunciar, pues, esta definición: Eutanasia es causar la muerte a otro, con o sin su consentimiento, para evitarle dolores físicos o padecimientos de otro tipo, considerados insoportables. Por tanto, la eutanasia representa siempre una forma de homicidio pues implica que un hombre da muerte a otro, ya sea por un acto positivo o por la omisión de la atención y cuidados debidos.

 ¿Qué elementos comporta esta definición?


- La muerte es un objetivo buscado, está en la intención de quien practica la eutanasia. Por tanto, no es eutanasia la aplicación de un tratamiento necesario para aliviar el dolor aunque acorte la expectativa de vida del paciente como efecto secundario no querido, ni puede llamarse eutanasia a la muerte que es fruto de una imprudencia o accidente.

- Puede producirse por acción (administrar sustancias tóxicas mortales) o por omisión (negar la asistencia médica debida).

- Se busca la muerte de otro, no la propia. El suicidio, sea por acción u omisión, no es propiamente una forma de eutanasia.

Los motivos también tienen un valor muy importante en la definición.

- Puede ser realizada porque la pide el que quiere morir. La ayuda o cooperación al suicidio sí se considera una forma de eutanasia.

- Puede ser realizada para evitar sufrimientos que pueden ser presentes o futuros, pero previsibles, o porque se considera que la calidad de vida de la víctima no alcanzará o no mantendrá un mínimo aceptable. El elemento subjetivo de eliminar el dolor o las deficiencias ajenas es un factor necesario para considerar lo que es eutanasia. Si no, estaríamos ante otras formas de homicidio.

  ¿Cuántas clases de eutanasia hay?

- Voluntaria: Solicitada por el que quiere morir.
- Involuntaria: Cuando no la solicita.
- Perinatal: Cuando se aplica a recién nacidos deformes o deficientes.
- Agónica: Cuando se aplica a enfermos terminales.
- Psíquica: Cuando se aplica a afectados de lesiones cerebrales irreversibles.
- Social: Cuando se aplica a ancianos u otro tipo de personas, tenidos por socialmente improductivos o gravosos.
- Auto-eutanasia: Esto no es eutanasia según la definición que dimos, sino suicidio.
- Activa: La muerte se produce por acción positiva.
- Pasiva: La muerte se produce por omisión.
- Directa: Busca directamente la muerte.
- Indirecta: Busca mitigar el dolor, aún sabiendo que ese tratamiento puede acortar la vida del paciente. Esto tampoco es eutanasia.

5. ¿Qué es la distanasia?

Su etimología es Dis thánatos: mal y muerte. Es lo contrario de la eutanasia y consiste en retrasar el advenimiento de la muerte todo lo posible, por todos los medios, proporcionados o no, aunque no haya esperanza de curación y aunque eso signifique unos grandes sufrimientos añadidos para el enfermo. También se llamaensañamiento terapéutico y encarnizamiento terapeútico.


La muerte sólo tiene sentido si al privar al hombre de los bienes terrenales, abre la esperanza hacia una vida más plena, cosa que no aporta el secularismo imperante. Por eso la muerte se ha convertido hoy en un tabú, en algo innombrable (comparar con el tabú sexual y el tema de la cigüeña). La eutanasia nace precisamente en estas sociedades.


Los progresos médicos hacen cada vez más difíciles de definir las fronteras entre la vida y la muerte, entre el coma reversible y el irreversible. Las técnicas de reanimación actuales llevan a muchos pacientes a una recuperación prodigiosa y total, pero muchas veces, más que la vida, lo que prolongan es la agonía. El esfuerzo tecnológico en las salas de reanimación va acompañado a menudo del aislamiento y la soledad del enfermo; aislamiento de los familiares, incluso en el momento de la muerte; soledad, incluso respecto del cuerpo médico afanado en torno a las máquinas. Hace falta pasar de la simple asistencia técnica a la asistencia humana (que se prolonga cuando el paciente ya está en el proceso irreversible del camino final hacia la muerte, porque el paciente siempre tiene derecho a recibir asistencia humana).

4. Consecuencias.

- Muchos piensan que la vida humana no merece ser vivida más que en determinadas condiciones de plenitud, frente a la afirmación de que la vida humana es un bien superior y un derecho inalienable e indisponible (es decir, que no depende de la decisión propia ni de la de otros).

- Hay una imprecisión muy frecuente en el uso de los términos.

- Los argumentos en defensa de la eutanasia suelen ser los siguientes:
a. Hay un derecho a la muerte digna, expresamente querida por el que padece sufrimientos atroces.
b. Cada uno puede disponer de su propia vida en el uso de su libertad y autonomía.
c. Suprimir la vida de los deficientes psíquicos profundos o de los enfermos en fase terminal es una forma de progreso pues son vidas que no pueden llamarse propiamente humanas.
d. Es una manifestación de solidaridad social pues se eliminan vidas sin sentido, que constituyen una dura carga para los familiares y la propia sociedad.

- Se da un valor absoluto a la libertad que puede decidir sobre cualquier cosa.

5. ¿Cómo funcionan las campañas de defensa de la eutanasia?

- Siempre comienzan presentando un caso límite: una situación terminal llamativa que excite la sensibilidad colectiva para justificar la eutanasia en este caso dramático y singular. Se admite un caso y así, tomándolo como modelo, pueden ser arreglados otros. Se habla dearreglar un problema, no se usa jamás el término matar a un ser humano. Suele presentarse a un hombre del que se dice se encuentra en vida vegetativa, pero esta afirmación no es real; su vida sigue siendo humana: siente, oye y vive como hombre, no es un vegetal.

- Llenan la opinión pública de eufemismos que aprovechan muy bien la dificultad conceptual y terminológica para distraer el punto de atención sobre la realidad del asunto (que es matar a un hombre) y superficialmente son simplificados los juicios con términos como: ayudar a morir, facilitar la culminación de la vida, liberación del enfermo, etc.

- Presentan a los defensores de la vida como retrógados, intransigentes, contrarios a la libertad y al progreso. Así se distrae el debate y no se escucha con serenidad y ecuanimidad las opiniones a favor de la dignidad del ser humano, pues ya están inseminados los prejuicios en la mente de la opinión pública.

- Como muchas confesiones religiosas actúan en el debate a favor de la vida (especialmente cristianos y judíos), se extiende la idea de que es un simple problema religioso, íntimo, de mera conciencia individual, que puede aceptarse en una sociedad pluralista.

- Hacen encuestas de opinión sobre la ciudadanía, los enfermos de SIDA, los de cáncer, los médicos, etc. Estas encuestas son poco fiables pues hay mucha imprecisión terminológica, muchos componentes emocionales puestos en juego, etc. Es famoso el caso de la encuesta realizada en Barcelona donde se decía que el 90 por ciento de los médicos de la ciudad estaban a favor de la eutanasia pero, viendo los cuestionarios, en verdad estaban en contra delensañamiento terapéutico. En el fondo hay un hábil manejo de la terminología para orientar los resultados.


 Los ejes de la cultura de la vida 

1. La muerte no es un tabú, sino un hecho natural que forma parte de la vida humana, como el nacer, el crecer, la condición sexuada o la inteligencia.

2. Nadie, ni jueces, ni legisladores, ni médicos, se puede atribuir el derecho a decidir que algunos seres humanos no tienen derechos o los tienen en menor grado que los demás.

3. La familia es respetada y querida como ámbito natural de solidaridad entre generaciones, en las que se acoge, protege y cuida a los miembros sanos y a los enfermos, a los jóvenes y a los ancianos, a los no deficientes y a los que sí lo son.

4. La organización hospitalaria no debe ser el lugar donde se abandona a los enfermos y ancianos. El hogar tiene que ser el lugar de acogida natural en la enfermedad y en la ancianidad, y en él debe ser vivida la muerte con cariño y lucidez.

5. Las iniciativas sociales de atención a los enfermos deben crear en torno a ellos un clima humano, respetuoso de la persona humana y una preparación técnica suficiente, de modo que la persona pueda afrontar la muerte dignamente y sintiéndose persona.

6. La Medicina debe orientarse también a la atención de las personas, no sólo a un esfuerzo tecnológico para alargar la vida.


Los principios éticos que entran en juego en el juicio sobre la eutanasia 


2. los tres principios fundamentales de la ética de la vida: hay que reconocer el carácter sagrado de la vida del hombre, la primacía de la persona sobre la sociedad y el deber de la autoridad de respetar la vida inocente.

3. Jamás es lícito matar a un paciente, ni siquiera para no verle sufrir o no hacerle sufrir, aunque él lo pida expresamente. Nadie tiene la facultad de decidir o provocar la muerte de una persona.

4. No es nunca lícita ninguna acción que por su naturaleza provoca directa o intencionalmente la muerte del paciente.

5. No es lícito omitir una prestación debida a un paciente sin la cual va irremisiblemente a la muerte, por ejemplo, los cuidados vitales debidos a todo paciente (alimentación por tubo y remedios terapéuticos normales), aunque sufra un mal incurable, esté en fase terminal o incluso en coma irreversible.

6. Es ilícito rehusar o renunciar a cuidados y tratamientos posibles y disponibles, cuando se sabe que resultan eficaces, aunque sea sólo parcialmente. En concreto, no se ha de omitir el tratamiento a enfermos en coma si existe alguna posibilidad de recuperación, aunque se puede interrumpir cuando se haya constatado su total ineficacia. En todo caso, siempre se han de mantener las medidas de sostenimiento.

7. No existe la obligación de someter al paciente terminal a nuevas operaciones quirúrgicas, cuando no se tiene la fundada esperanza de hacerle más llevadera su vida.

8. Es lícito suministrar narcóticos o analgésicos que alivien el dolor, aunque atenúen la conciencia y provoquen de modo secundario un acortamiento de la vida del paciente. Siempre que el fin de la acción sea calmar el dolor y no provocar directamente un acortamiento sustancial de la vida. En estos casos, la moralidad del acto depende de la intención con que se haga y de que exista de verdad una debida proporción entre lo que se logra (disminución del dolor) y el efecto negativo para la salud.

9. Es lícito dejar de aplicar tratamientos desproporcionados a un paciente en coma irreversible cuando haya perdido toda actividad cerebral. Pero no lo es cuando el cerebro del paciente conserva ciertas funciones vitales, si esa omisión provocase la muerte inmediata.

10. Las personas minusválidas o con malformaciones tienen los mismos derechos que las demás personas en lo que se refiere a la recepción de tratamientos terapéuticos. Esto se aplica a la fase prenatal y posnatal.

11. El Estado no puede atribuirse el derecho de legalizar la eutanasia pues la vida del inocente es un bien que supera el poder de disponer de ella, tanto por parte del individuo como del Estado (nadie se da a sí mismo la vida).

12. La eutanasia es un crimen contra la vida humana y contra la Ley Divina, del que se hacen responsables todos los que intervienen en la decisión y ejecución del acto homicida.


Juicio ético sobre la eutanasia

1. Rechazo a la eutanasia propiamente dicha.

Nada ni nadie puede autorizar el dar muerte a un ser humano inocente, sea feto o embrión, niño o adulto, anciano, enfermo incurable o agonizante. Nadie, además, puede solicitar ese gesto homicida para sí mismo o para otro del que sea responsable, ni puede consentir en él explícita o implícitamente. Se trata, en efecto, de una ofensa a la dignidad de la persona humana, de un crimen contra la vida, de un atentado contra la humanidad.

El fundamento de la ética es el respeto de la verdad del hombre, el respeto de la persona tal como ella es. Otro fundamento verdadero no se le puede dar a la ética (el fundamento último del valor moral no es la vida, sino la dignidad del ser humano -como se ve en el martirio). La ética guía al hombre desde el ser hasta el deber ser. Los otros criterios están constituidos por la utilidad de alguien en detrimento de algún otro; por el poder de unos sobre otros, por la eficacia de este poder cada vez más amplio para algunos, cada vez más opresor para otros. La verdad del hombre es que él no se da la vida a sí mismo, ni se la da el estado, la recibe como un don.

Uso proporcionado de los medios terapéuticos. 

La muerte, con los sufrimientos que suelen acompañarla y precederla, sigue angustiando al hombre. Es muy importante proteger hoy, en el momento de la muerte, la dignidad de la persona humana y la concepción cristiana de la vida contra un tecnicismo que amenaza volverse abusivo. Algunos hoy hablan de derecho a la muerte, no como el derecho a darse o hacerse dar muerte, sino a morir con entera tranquilidad, con dignidad humana y cristiana.

Hay unos criterios nuevos que mejoran la distinción entre medios ordinarios y extraordinarios. Ya no se habla de medios ordinarios y medios extraordinarios. La razón es que muchos medios, que antes eran extraordinarios, ahora ya no lo son y se hacía difícil distinguir. Además, la reanimación y los nuevos medios de terapia intensiva han permitido salvar muchas vidas. Por eso se ha buscado otro criterio de referencia que se basa no ya en el medio terapéutico, sino en el resultado terapéutico. Así, hoy se prefiere hablar de medios proporcionados y medios desproporcionados de acuerdo con los resultados. Esto no quita que no se siga evaluando los medios de acuerdo con el tipo de terapia, el grado de dificultad y el riesgo, los gastos necesarios y las posibilidades de aplicación, teniendo en cuenta las condiciones del enfermo y sus fuerzas físicas y morales.

Así, se ofrece ahora cuatro criterios muy útiles:
- A falta de otros remedios, es lícito acudir con el consentimiento del enfermo, a los medios de que dispone la medicina más avanzada, aunque se encuentren todavía en estadio experimental y no estén exentos de cierto riesgo.
- Es lícito también interrumpir la aplicación de tales medios, cuando los resultados frustren las esperanzas puestos en ellos. Pero al tomar una decisión de este género se deberá tener en cuenta el justo deseo del enfermo y de sus familiares, así como el parecer de los médicos verdaderamente competentes.
- Es lícito siempre contentarse con los medios normales que la Medicina puede ofrecer. Por tanto, no se puede imponer a nadie la obligación de recurrir a un tipo de cuidados que, aunque ya estén siendo utilizados, no están exentos de peligro o son muy costosos.
- En la inminencia de una muerte inevitable a pesar de los medios utilizados, es lícito en conciencia tomar la decisión de renunciar a tratamientos que proporcionarían una prolongación precaria y penosa de la vida, sin interrumpir no obstante los cuidados normales debidos al enfermo en casos semejantes (incluye la alimentación, la hidratación, la aspiración de las secreciones bronquiales y la limpieza de las escaras).


 La verdad al enfermo terminal. 

En este tema hemos visto aparecer muchas veces elconsentimiento del paciente. Este consentimiento requiere una información sobre la situación real de lo que le pasa. Pueden darse los siguientes criterios éticos:

- Para que haya una decisión moral es preciso conocer la verdad. Por ello hay que evitar tener un comportamiento de falsedad con el enfermo. Él tiene el derecho de saber y ser informado y también de prepararse para una muerte digna. Pero esto podría volverse contraproducente si el paciente llegara a adivinar la verdad de lo que le sucede, cosa bastante probable.

- La información debe darse en el ámbito de una comunicación humana. Hay que escuchar al enfermo y después explicarle lo que tiene. El enfermo busca solidaridad y estar acompañado, poder comunicarse y sentir que se comparte su situación.

- La verdad que hay que comunicar debe estar proporcionada a la capacidad del sujeto para recibirla saludablemente. Hay, pues, que comunicársela poco a poco, adaptándose a sus fases psicológicas. También, hay que prepararle en el estado anímico más favorable posible, sabiendo detenerse en el momento preciso. Nunca hay que cerrar toda esperanza pues en realidad en Medicina nunca se dan previsiones absolutas.

- No hay que ocultar la gravedad de la situación en su sustancia a un paciente antes de morir, especialmente cuando tenga que afrontar decisiones importantes. Siempre está además el deber-obligación del paciente a prepararse para una buena muerte.

Los derechos del enfermo moribundo 

El derecho a una muerte digna incluye:
1. El derecho a no sufrir inútilmente.
2. El derecho a que sea respetada la libertad de su conciencia.
3. El derecho a conocer la verdad de su situación.
4. El derecho a decidir sobre sí mismo y sobre las intervenciones a que se le haya de someter.
5. El derecho a mantener un diálogo confiado con médicos, familiares, amigos y sucesores o compañeros en el trabajo.
6. El derecho a recibir asistencia espiritual.